En su entorno natural destacan la Sierra de Morés, el Transmont, el Monte Calvario, los restos del castillo (catalogado como Bien de Interés Cultural, en su categoría de zona arqueológica), los restos del antiguo poblado celtíbero o la pedanía de Purroy.
También son de interés su iglesia de La Asunción, la ermita de san Antonio y es especialmente la ermita de San Félix.
La iglesia parroquial de la Asunción es un edificio construido en los últimos años del siglo XVIII, de regulares proporciones, de estilo barroco, planta rectangular de tres naves separadas por pilastras de planta de cruz de orden corintio, cabecera plana. Se cubre por bóveda de cañón, y el crucero, no acusado en planta, con cúpula semiesférica sobre pechinas con ventanas practicadas en el intradós. Tiene torre en los pies y lado de la epístola, sobre planta cuadrada.
Retablo de la Inmaculada. - Es de mediados del siglo XVII, en madera con columnas estriadas en espiral, frontones curvos y curvos partidos. En el remate hay un lienzo sumamente ennegrecido de la época del retablo.
Retablo Mayor.- Obra de principios del siglo XIX de carácter neoclásico con imágenes de San José, La Asunción de la Virgen y San Francisco de Asís, de escuela catalana del pasado siglo.
Retablo del Santo Cristo.- Retablo de fines del siglo XVII con columnas estriadas en espiral que sostienen un frontón de volutas. La imagen de Cristo crucificado es una obra de carácter devoto de la época. Sobre el frontón se guardan dos tablas pintadas con profetas, de escuela aragonesa, del siglo XVI.
En la sacristía se guarda una escultura de San Pedro Nolasco, en alabastro, del siglo XVII, y una cruz procesional de plata en su color con punzones de Olaso y Zaragoza, del siglo XVIII.